domingo, 27 de septiembre de 2015

La funcionalidad. Un nuevo problema para Antonio.

Antonio inicia, con problemas, el servicio de alimentación de un nuevo centro hospitalario. Un nuevo concurso ganado por la empresa de restauración colectiva para la cual trabaja. Un nuevo éxito. La empresa ha realizado determinados estudios para poder ofrecer un precio ajustado. El concurso se ha ganado, principalmente, por este precio, el más bajo pero con poca diferencia, por lo que no ha sido catalogado como baja temeraria. Ahora, una de sus principales misiones es la de ofrecer el mejor servicio posible, optimizando los recursos humanos y materiales y así defender convenientemente la cuenta de explotación. Productividad es una palabra clave.  Es notoria la mayor dimensión de la plantilla actual subrogada, en comparación con la de otros centros, con la misma ocupación. Sin embargo, no todos los centros son idénticos. Para empezar, el hospital consta de apenas 200 camas,pero en habitaciones individuales (con sensibles diferencias en el caso de habitaciones compartidas). Las distancias a recorrer son enormes por el propio diseño del edificio. Los carros de transporte deben sortear determinadas rampas, imposibles de abarcar por los medios convencionales. No es todo. Las cafeterías de personal y de público están en diferentes plantas del edificio, por lo que el trasvase de personal y de producto se complica en exceso, dificulta la operatividad del servicio, reduce posibles economías de escala y destroza sinergias buscadas. Antonio tendrá por delante un gran trabajo de creatividad, ya que la empresa le está demandando una productividad similar a la de otros centros pero que difícilmente podrá darse, debido sobre todo a la funcionalidad del centro y a los mencionados factores que, por lo que parece, la oferta no ha contemplado. Sin embargo, Antonio, de quien más se acuerda es del arquitecto.
 
¿Qué le recomiendas a Antonio? 

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domingo, 23 de agosto de 2015

Caer en la red

Taco está totalmente convencido de  que su empresa no debe estar en las redes sociales, ya que representan una amenaza, y no vislumbra ninguna utilidad en su sector. Cuanto menos se hable de la empresa mejor. Obsoleta visión en un mundo totalmente "viralizado" que Francisco trata de cambiar en la entrevista tratando de conseguir su primer cliente en el sector de la restauracion colectiva:
 
- Las redes sociales existen, pese a quien pese y no estar en ellas supone no ser relevante. Hasta las pequeñas empresas tienen en ellas su oportunidad. Te puedo citar grandes ventajas de estar en la red:
 
  • Conocer perfectamente el perfil de tu cliente, por lo tanto, eso permite poder segmentar el mercado y ser más eficiente a la hora de adaptar tu producto a él.
  • Llegar fácilmente a él, incluso a nivel internacional, e interaccionar para tratar de venderle tu producto o servicio.
  • Crear marca, que sea reconocida por tus cliente y conocida por los que no lo son, todavía. Esa notoriedad y presencia es un valor muy apreciado por ellos, pero debe hacerse con propiedad. Si eres importante, ellos también se sentirán importantes contigo.
 
Ya no sirve vender cualquier servicio, ni a cualquier calidad o precio, por los métodos tradicionales. Los clientes valoran tu servicio, la calidad prestada y el precio, entre otros como pueden ser los valores de tu empresa, el retorno que haces de los beneficios a la sociedad, tu implicación en causas de sostenibilidad, etc. A la hora de solicitarte los servicios que ofreces o de permanecer demandándolos, se valorará lo que aparezca en la red. Si estás, podrás conocerlo y actuar, incluso cuando se realice algún  malintencionado atentado contra tu marca. Hay colectivos que han puesto en jaque a más de una gran compañía.
 
La red se ha convertido en un mundo paralelo que ha estrechado el mundo real, en el que conviven múltiples culturas, generaciones, etc. y lo que pasa en el mundo virtual es ya tan real como lo que observan tus ojos. Ya no es una elección, estás o no existirás.

Taco le mira desconfiado, realmente no lo considera así.


¿Cómo lo convencerías tú?


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Atrapa y conserva a tus clientes!


Golpe de estado de las marcas.

Dinosaurio o nativo digital?



 

sábado, 25 de julio de 2015

Cobro del servicio


Ante su sorpresa, en la detallada factura  de este nuevo restaurante aparece un nuevo concepto: Cobro del servicio, 2,5€ por comensal. ¡Lo que faltaba! ¡Que cara más dura! ¡Te cobran el servicio!
¿Cuáles serán los nuevos conceptos que se inventarán en las próximas facturas? ¿Cobro del cocinado? ¿Cobro del gas o de la electricidad? ¿Cobro del alquiler del local? ....
 
Tico ha salido a cenar, como es ya costumbre en él los fines de semana. Es un placer alternar la degustación de las últimas creaciones con la comida tradicional, fuertemente arraigada en la costumbre culinaria y fuente de placeres y añoranzas pasadas. La gastronomía le descubre nuevas texturas, desconocidas combinaciones de sabores y sorpresas en algunos platos que parecen lo que no son. Además de nutrirse de las últimas tendencias, la gastronomía le trae recuerdos con nostalgia que le hacen reflexionar sobre la continua evolución de la cocina, y del servicio. Recuerda cómo, en un pasado, que parece muy reciente pero que se cuenta en décadas, el pescado te lo desespinaban o te trinchaban la carne. El pan, por ejemplo, te lo servían y no te lo cobraban. Ahora te lo cobran aunque no lo solicites o no lo consumas, muchas veces por  el lamentable estado en que te lo sirven. También, anteriormente, cobrar el agua no se le pasaba por la cabeza a nadie, era gratis. No había un IVA que te amargara el postre, o te lo "impidiera" en una cuenta menos asumible. La gastronomía se ha ido encareciendo y al final hay un múltiples restaurantes donde acabas pagando un precio que no te aporta la satisfacción acorde que esperas, ni en producto, ni en servicio.

Tico trabaja para una empresa de restauracion colectiva, muy diferente a la restauración comercial que está utilizando esta noche, pero que cada vez se parece más a ella, lo que le preocupa, y mucho. Por lo tanto, conoce perfectamente la legalidad de los precios y sabe que todas estas prácticas, muy comunes en la restauración comercial, son ilegales o, por lo menos, alegales. Afortunadamente, lo que nunca defrauda en una mesa es la buena compañía. Una expresión de satisfacción y una pequeña sonrisa aparece en sus labios, mojados sutilmente por el tibio café.
 
¿Con qué abusos se encuentra normalmente en el sector?




 
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sábado, 27 de junio de 2015

La mujer del cliente

Ella manda más que nadie en el centro, anteponiendo sus intereses e ideas al colectivo. Se siente fuerte ante el resto de sus compañeras, e incluso ante su jefe. Hace lo que le da la real gana, a pesar de trabajar para una nueva empresa privada que gestiona el servicio de alimentación del hospital y que la tuvo que subrogar hace unos días.

Su marido, cocinero estatutario pero que, ahora, trabaja como administrativo en otro departamento del hospital, "la enchufó" hace unos años en la anterior empresa privada que gestionaba la cocina. Sin lugar a dudas, ayudó su amistad con el Jefe de Servicios Generales, que es quien supervisa a la empresa privada. Este es, junto con cinco Pinches, lo que perdura de una mermada plantilla pública que ha ido abandonando paulatinamente la cocina, cuyo servicio se ha ido externalizado mediante concursos públicos de gestión del servicio de alimentación a pacientes.

Una desagradable reunión tiene lugar en la oficina de la cocina. Ricardo se dirige a la mujer.

- Lo siento mucho. Debemos prescindir de tus servicios -Comunica su jefe con unos documentos en la mano, nómina, liquidación, comunicado de despido y un talón.

- Cooomo! ¡No!. ¡No puede ser! ¡Tiene que ser un error! ¿Yo? ¡No!

- Lamentablemente no lo es.

- Espere. Me voy a buscar a mi marido. ¡No puede ser! -Deja plantado a su jefe, con los documentos en la mano, para aparecer en un par de minutos, lagrimeando, y con un señor que, por lo que acaba de deducir su jefe, trabaja en el centro.

- ¡Esto no se va a quedar así! ¡No me conoce usted a mí! - Le recrimina en tono amenazador el disgustado marido que entra en la oficina, recoge la documentación que firma la trabajadora, y que se marcha sin despedirse.

Un par de meses después, el Jefe de Servicios Generales estatutario de la cocina convoca al Jefe de la empresa de restauracion colectiva para comunicarle que, debido a una grave enfermedad, debe tomar una larga baja médica. Aprovecha la ocasión para presentarle a la nueva responsable, con carencia total en dirección de equipos y de los conocimientos necesarios para el puesto, pero que es la funcionaria a la le que corresponde el puesto.

Transcurridas unas semanas, la responsable dimite ante su incapacidad de desempeñar unas tareas para las que no está preparada. En su lugar, aparece un nuevo y flamante responsable, un viejo conocido para Ricardo, una figura que le recuerda a alguien, concretamente a un disgustado marido.

- Buenos días. No se si me recuerda. Soy el nuevo Responsable de Servicios Generales del Hospital.

Ricardo sabe que la nueva relación no será nada fácil.
¿Podrá, este señor, ser un profesional imparcial en sus funciones de supervisión del servicio que debe prestar la empresa privada? ¿Será posible separar lo profesional de lo personal? ¿Qué debe hacer Ricardo?

domingo, 31 de mayo de 2015

Botín de GUERRA

Terminan las elecciones en España. Un cambio político se cierne sobre muchas autonomías, que poseen competencias en materia de sanidad, empleo, etc. Será un cambio que conllevará otros muchos.

Antonio, responsable de una empresa de restauracion colectiva, se presenta ante la puerta de Modesto, Director Económico de un hospital público, que  posee varios servicios externalizados, entre ellos el de la restauración. Espera pacientemente en la puerta que refleja los primeros rayos de sol de la mañana mientras el olor de los pinos cercanos se cuela entre los ventanales de al lado. Ha llegado unos minutos antes de la hora fijada pero sabe que tendrá que esperar unos cuantos más, como siempre.

Modesto, a lo largo de varios lustros de dedicación y constante esfuerzo, ha sido un destacado protagonista en la mejoría de los servicios ofrecidos a los ciudadanos por parte del hospital en el que desempeña su labor. Ha observado cómo se han modernizado las instalaciones, se ha apostado por la investigación y por el desarrollo, ha supervisado el desempeño de las empresas contratadas exigiendo un mejor servicio cada año, ha dialogado y negociado con múltiples colectivos, ha participado activamente en acciones solidarias, jornadas de formación,  y un largo etcétera que podría resumirse como una excelente ejecución de su trabajo y el de sus colaboradores. Todo ello debió hacerse siempre con una reducción de los costes, especialmente en los últimos años y a pesar de que esto sería causa de acusación de empeorar el servicio a los ciudadanos por parte de muchos "cantamañanas" que desconocen que los recursos son siempre limitados. Está mal vista la eficiencia en el sector público, quizás porque algunos colectivos están más interesadas en su propio beneficio que en el de los ciudadanos, y no dudan en hacer mucho ruido y manipular constantemente y, a su antojo, a una destacada y furiosa ciudadanía, con la partidista colaboración de determinados medios de comunicación.

Antonio no ha tenido que esperar mucho esta vez, saluda a su interlocutor y discute algunos aspectos del servicio, como es habitual cada cierto tiempo. Una vez ha finalizado la reunión, prácticamente en la puerta, Modesto, se despide de una forma diferente, esta vez.

-Ha sido un placer trabajar con usted. Gracias por ser el principal partícipe de las mejoras producidas en el servicio de restauración del hospital. Posiblemente esta sea nuestra última reunión.

-¿Es tal la certeza del relevo en su puesto de trabajo? -Enseguida, da por sentado que así es -Es una verdadera lástima que un buen desempeño no sea valorado en los cargos directivos públicos y tan sólo se mida el color político de la chaqueta. ¡No debería ser así! Un nuevo profesional requiere de un tiempo en adaptarse y conocer su nuevo entorno de trabajo. En dicho periodo se cometen errores que siempre acaba pagando el ciudadano. El buen desempeño se debería premiar y, tan sólo, el mediocre debería propiciar estos cambios. Siempre debería producirse por razones profesionales y no por partidistas. ¡Es un lástima!

- Así es, pero la nueva fuerza que gobernará lleva mucho tiempo "sin tocar bola", y este cargo público es, para ellos, "botín de guerra".
 
¿Está mal vista la eficiencia pública? ¿Qué soluciones propone para un sistema más profesional?
 

sábado, 25 de abril de 2015

Cocinando inferencias gastronómicas


Una gran anarquía reina en los números de la cocina. Un "totum revolutum" de segundos, gramos de ingredientes, niveles de Ph, grados de temperaturas y de humedad se cocinan a fuego lento, justo delante de la cocinera. La correlación entre ellos será clave en la batalla a ganar a las temibles bacterias dañinas.

Fuera, una serie de Poisson se engrandece cada vez más en la línea del autoservicio provocando un cuello de botella nacido como consecuencia de la ausencia de simulaciones y que pone nervioso al personal que desconoce que su jefe está pendiente de realizar un análisis del desempeño mediante la comparación de medias en el análisis de la varianza de un diseño completamente aleatorizado.
 
Una distribución binomial busca su protagonismo en los elementos de comunicación visual exponiendo la conveniencia de una oferta, que será ventajosa si supera n éxitos y que se acompleja al ver un ANOVA capaz de comprobar la eficiencia de varias ofertas.
 
Los precios y la demanda de productos juegan al escondite con las elasticidad y la sensibilidad metiéndose en los cajones.
 
En los diferentes cristales se refleja el perfil de los clientes, segmentado mediante un análisis multifactorial.

La simulación busca en el almacén a las candidatas fiables entre las situaciones que se pueden dar y que van calculando las probabilidades de ocurrencia, mediante funciones de distribución o de densidad geométricas, binomiales o hipergeométricas y que medirán la efectividad de una oferta, la posibilidad de que se rompa una máquina, de que surja una reclamación, o bien para poder determinar si una situación es diferente de las demás mediante el diseño de experimentos.

El Teorema de Tchebysheff aparece por la puerta. Siempre es bienvenido en el caso de que no se logre conocer una distribución estadísticamente aceptable mediante el método de los mínimos cuadrados, bien porque no se alcance el valor suficiente de F o bien porque los errores no son independientes o idénticamente distribuidos..

Las normas, marcadas a fuego, adornan en los diferentes cuadros de las paredes: Tamaño de la muestra significativo, revisión de los modelos con respecto a su linealidad, independencia, homocedasticidad y normalidad.

El éxito se empeña en confundirlos a todos, ya que en estadística no siempre un éxito es algo positivo, más bien hace referencia a que un suceso se dé.
 
Las aplicaciones estadísticas sobrevuelan el restaurante cazando estadísticos de muestras independientes y con los errores independientes e idénticamente distribuidos mientras los valores atípicos o perdidos ensucian los rincones.
 
Sale del local la esperanza, acompañada de la varianza y respaldada por los intervalos de confianza mientras se apaga un extraño y apetitoso servicio empoderado por la inferencia y por la estadística descriptiva.

¿Qué aplicaciones estadísticas recomienda en hostelería?

Mas sobre los números en hosteleria
 

domingo, 1 de marzo de 2015

Vergüenza #pública

Mientras conduce su utilitario la radio le expone el caso de una enferma de hepatitis C suplicando su tratamiento, muy caro para el gobierno, según se publica en los medios de comunicación en los últimos días. Lola se ha pasado la vida cotizando a la seguridad social y, ahora, se muere sin remedio. Por lo que parece, 25.000€ es el precio de su vida.

Rodolfo es un anciano. El ocaso de su vida despunta en su calendario mientras permanece secuestrado en la cama de su domicilio, sin la humanitaria prestación de un estado para el cual ha trabajado mas que nadie y cuyos frutos del progreso recoge una insolidaria generación que no está dispuesta a compartirlos. No hay presupuesto para él tampoco.
Antonio dirige la cocina de un centro hospitalario, gestionado por una empresa de restauracion colectiva, con plantilla mixta. Por un lado, el personal de la empresa privada, con una carga de trabajo importante, se afana con el objetivo de que el servicio sea excelente durante las ocho horas de jornada, excepto un merecido descanso de media hora. Hay profesionales excelentes y otros no tanto, pero Antonio les exige la misma dedicación y profesionalidad. Formación, motivación y exigencia para una plantilla que vislumbra como se prescinde de cuantos no dan la talla. Por otro lado, personal estatutario con siete horas de jornada, pero no mas de cuatro con trabajo efectivo y a un ritmo bastante más liviano, presenta una alta desmotivación como rasgo distintivo. También hay magníficos profesionales en ella, pero sin tareas que llenen su horario de trabajo y la ausencia de supervisión, la baja productividad y el alto absentismo se reflejan de forma inversamente proporcional al de la empresa privada. Sus costes salariales unitarios exceden con creces los 25.000€.

Antonio sabe que Lola y Rodolfo, junto con otras personas en su mismo estado, tendrían lo que necesitan si algunas innecesarias plazas públicas no hubieran sido cubiertas, y si la productividad en la función pública se equiparara a la de la empresa privada. -¿Porqué hay profesionales en ubicaciones que son prescindibles, y no ocupando otras necesarias? -Se pregunta conociendo perfectamente la respuesta- La inflexibilidad en la empresa pública, auspiciada por los sindicatos y agravada por una pésima gestión, es la culpable. No basta con perseguir a los ladrones de guante blanco. Miles de puestos son totalmente desaprovechados, miles de 25.000€, miles de tratamientos, miles de dependientes desatendidos, miles de ...vergüenzas.

 ¿Crees que son conscientes de ello los que ocupan esas plazas? ¿Y sus superiores?  ¿Qué soluciones propones?

Otra historia:  La casta y la chusma

sábado, 14 de febrero de 2015

El vicio de Fernanda


Fernanda mira la pesada bolsa que sostiene en sus manos.

- Haga el favor de abrirla -Le comunica su Supervisor en la parte de fuera de la pesada puerta que flanquea la cocina. A su alrededor, una compañera y un representante sindical la miran intentando predecir su gesto.

Fernanda lleva toda una vida trabajando como Cocinera en un centro hospitalario, gestionado por una empresa de Restauracion Colectiva. Una más de las que se iban alternando en su regencia, a lo largo de los años. Cada cierto tiempo, cambiaba de uniforme, aparecía un nuevo jefe con las mejores intenciones, con un nuevo menú en el que cambiaban algunos productos y algunos proveedores, se incorporaban algunas mejoras estructurales, se les facilitaba alguna herramienta nueva de trabajo y se les impartía formación actualizada. Pero lo esencial de cada día no cambiaba: Hacer los pedidos, preparar los productos, cocinar, y si la situación era propicia "limpiar la cámara frigorífica". Al principio era bastante fácil hacerlo sin que se notara. Debería haber advertido, con el tiempo y con los nuevos avances tecnológicos incorporados, que las empresas ya controlaban los gramos de cada producto que eran necesarios, en función de los comensales, y "las mermas".

Todo comenzó por necesidad una noche en la que los supermercados ya estaban cerrados y se apercibió de que había olvidado hacer la compra. Un par de filetes de ternera, algo de verdura y unas piezas de fruta no serían echados en falta de la cámara. Lo que empezó como una necesidad se convirtió en costumbre y ya no eran un par de filetes, sino bastante más. Había que organizarlo muy bien para no tener testigos, y preferiblemente los días precedentes a su descanso semanal. Era un vicio que la empujaba cada semana y que la ponía de los nervios cuando las cosas se complicaban y los planes no salían como esperaba. Se había acostumbrado a una práctica que le reportaba cuantiosos ahorros a final de mes, pero que, finalmente, la había llevado a la terrible desgracia de ser arrebatada, bruscamente, de su magnífico salario, y posiblemente de sus posibilidades de acceder de nuevo al mercado laboral, con sus 57 años cumplidos.

La bolsa se abrió tímidamente mientras un queso, varias lonchas de carne, yogures, y varios productos de la huerta participaron en el lúgubre comité de despedida.


¿Conoces casos parecidos a los de Fernanda? ¿Cómo acabó la historia?
 

Otra historia: Trabajadores TOXICOS
 
 
 

sábado, 31 de enero de 2015

La #LEALTAD de Guzmán

Todavía hay profesionales que desconocen la ética. Son poseedores de una extrema vanidad que les hace pensar que son "los más listos de la clase". La traición forma parte de su "modus operandi", pero es una mala herramienta, ya que devora, mas pronto que tarde, a quien se nutre de ella.

Una semana complicada para Guzmán, embarcado en múltiples tareas que le confieren sutiles surcos en la frente cada año, sobre todo en los años de concurso, como el actual. Numerosas empresas del sector se enfrentarán, en búsqueda de la adjudicación de la gestión de la cocina que dirige. Para poder hacer una oferta ajustada deben visitar la misma, ya que cada centro es diferente, poseedor de peculiaridades importantes a considerar en los costes y en el planteamiento del servicio.
 
- Hombre. ¡Cuánto tiempo! -Escucha Guzmán levantando la vista secuestrada por la hoja de pedidos. 
 
- Han pasado unos años desde que trabajamos juntos. ¿Me recuerdas?
 
- Sí, claro. Eres el Comercial que se marchó porque no le dieron el ascenso. ¿No?
 
- Sí. Más o menos fue así. ¿Podemos quedar a comer? Recordaremos viejos tiempos y me pones al día
 
- Sssssi, claro.
 
-Muy bien te llamaré pronto. Vamos a visitar la cocina. A ver si volvemos a trabajar juntos. Esta vez en otra empresa. Ya te contaré -Le susurra levemente mientras le guiña un ojo descaradamente.

Un solo día después del inesperado encuentro, casi sin tiempo de reacción, recibió la llamada de su excompañero para concertar una comida en un prestigioso restaurante de la ciudad, al lado de la playa. Guzmán estaba nervioso. No sabía muy bien cómo actuar ante la situación que se le planteaba, nada común. Su decisión podía ser interpretada de muy numerosas formas por su actual empresa. ¿Qué interpretarían si conocieran que le han visto comiendo, en pleno concurso, con un profesional de la competencia? Siempre habían sido honestos con él, le habían apoyado y le habían hecho crecer profesionalmente, por lo que tenía claro cómo actuar, si no fuera por el temor. La empresa que le había hecho el ofrecimiento podría convertirse pronto en su nueva empresa, si resultaba adjudicataria. ¿Tomaría represalias si no la ayudaba? Era consciente de que estaba en posición de decantar levemente la victoria hacia un lado u otro. Su conocimiento de los costes del centro: personal necesario, costes de mantenimiento o de suministros y la planificación del servicio, entre otros aspectos permitiría elaborar una oferta ajustada en precio, una cuenta de explotación saneada y una valoración positiva en el criterio técnico por parte del tribunal. Finalmente, decidió hablar con su actual jefe, Ricardo.

- Ves a la comida, no estaría mal conocer sus intenciones. No le des pistas sobre nuestro proyecto y, si puedes, los despistas un poco -le aconsejó su jefe con cierto malestar, ya que estaba poco acostumbrado a la ausencia de ética que se desprendía de la situación, sobre todo procediendo de un antiguo compañero.

Pasados unos días, Guzmán se enfrentaba a la prueba, con unos minutos de retraso sobre la hora prevista que había puesto nerviosos a los dos comensales que le esperaban, su excompañero y, posiblemente, un responsable operacional.

- Disculpar, el aparcamiento está cada vez peor.
 
- Te presento a Maquiavelo, mi jefe. -Le comenta su excompañero al mismo tiempo que le choca la mano firme y alegremente.
 
- Queremos que sepas que si ganamos el concurso contamos contigo. Por cierto, ¿Tienes coche de empresa? -Pronuncia Maquiavelo mirando a su compañero, mientras Guzmán niega con la cabeza. -Este hombre ¡tiene que tener coche, portátil y móvil de empresa! Si ganamos, por supuesto. ¿Qué tal la relación con tu empresa?
 
- Bueno, normal.
 
- Con nosotros no vas a tener problemas, conocemos tu larga trayectoria -Se apresura a comunicar su excompañero. -Conocemos tu capacidad y nos gustaría que nos aconsejaras sobre nuestro planteamiento. ¡Sería un placer trabajar contigo!

Mientras el disciplinado camarero paulatinamente una serie de entrantes, precedidos por sus característicos olores: jamón con queso, gambas, calamares, pescadito frito variado ... Guzmán fue sometido a un intenso interrogatorio acompañado de múltiples detalles que consumieron por completo el gastronómico espacio temporal, incluyendo el plato principal: Arroz a banda. ¿Cuánto personal hace falta para dar el servicio? ¿Cómo crees que tenemos que organizar el servicio? ¿Crees que funcionaría este sistema que tenemos planteado? ... Él les daba respuestas genéricas y, en lo fundamental, los dirigió justo por el lado opuesto, aprovechando las ocasiones que le pintaban para obtener información sobre cómo iban a plantear su oferta, sirviéndose de la teatralización del perfil de un tipo ingenuo.

Unas semanas más tarde, en la mesa de la apertura económica, la sonrisa de uno de los asistentes se quebró por completo mientras escuchaba la valoración de la mesa de contratación, que favorecía a la actual empresa, gracias, en gran parte, a la lealtad de uno de sus profesionales.

Lealtad = Cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien.

 

domingo, 23 de noviembre de 2014

Pies de barro

Un problema de cierta envergadura siempre aparece por la puerta con un malvado cortejo, hasta tal punto de que, en muchas ocasiones, pasa a un segundo plano ya que genera en su entorno las condiciones idóneas para que ciertos "enemigos" aprovechen la situación de debilidad de esta situación para iniciar, ventajosamente, una nueva batalla.

 
A Ricardo le acaban de comunicar que ha habido una toxiinfeccion en uno de los centros que dirige para una empresa de restauracion colectiva. El personal estatutario de cocina, cuyo comportamiento nadie corrige y que campa a sus anchas, elaboró ayer un postre a base de clara de huevo para toda la plantilla del turno de la mañana, que ha probado el delicioso veneno que les mantendrá de baja, al menos, una semana. La Salmonella invade rápidamente sus cuerpos mientras el servicio de la cocina se vacía. Por lo que parece, ha fallado el control sobre el producto, ya que esos huevos nunca debieron llegar a sus manos, al menos no para esa elaboración. Mucho tiene que ver la intromisión del personal estatutario en el interior de las cámaras y almacenes, a pesar de que la empresa privada que gestiona la cocina les tiene prohibida la entrada en la misma, pero que permite para evitar enfrentamientos. También ha fallado su actitud a la hora de recibir formación. Algunos de los implicados no asistieron a la misma, sin consecuencias por ello.

La noticia sale en los titulares de la prensa y en los telediarios. Algunos periódicos en los cuales se ha rescindido recientemente la publicidad de la empresa que gestiona el centro se ceban con ella especialmente en sus titulares, magnificando la situación con datos inexactos y sin confirmar la información publicada por nadie de la empresa, que carece de una estrategia y un departamento de comunicación.

El personal del servicio está muy ajustado debido a las continuas bajadas de precio en los concursos públicos y la necesidad de las empresas de ajustar costes para poder competir en un mercado cada vez más complicado. Por ello, y debido a que más de la mitad de la plantilla está de baja, hay que contratar a personal nuevo que desconoce muchas de las particularidades de ese centro de trabajo, que vuelve a cometer ciertos errores. Este servicio es, básicamente, un trabajo en cadena. Si falla un eslabón, falla todo el servicio y el eslabón es muy débil en este caso porque la empresa no se ha preocupado por tener una bolsa de trabajadores formados. Los fallos en el servicio se repiten, con la nula cooperación del personal estatutario, contrario a la privatización del servicio.

La prensa ya tiene jugosa información con la que vender periódicos varios días. Mientras, la competencia más vil,  a la que se le ha ganado limpiamente el concurso público, difunde en las redes sociales los fallos.

Los sindicatos aprovechan la noticia inicial y los errores en el servicio para reclamar que vuelva la gestión pública de la cocina, exponiendo como argumento que la privatización de los servicios al final sale cara, lo que acaba, al final, perjudicando políticamente a la dirección del centro que había evitado siempre entrar en conflicto con los trabajadores estatutarios. Tampoco es mejor la situación de la empresa privada porque se mermará la relación con su cliente, sufrirá económicamente y perderá futuros contratos por los consumidores alarmados por la prensa. Ambas organizaciones, la pública y la privada, han pecado de procrastinacion gerencial.

Enfrentarse con valentía a los problemas en el momento adecuado y sentar bases sólidas dentro de las compañías es una garantía que protege a las empresas del incierto futuro que espera, cruelmente, el momento adecuado para hundir a las organizaciones que poseen los pies de barro.

¿Qué consejos darías a las organizaciones para sentar bases sólidas?